Save money and refinance.
¡Los pequeños cambios hacen la diferencia!

¿Has notado cómo tus gastos mensuales siempre parecen igualar tu salario, incluso después de recibir aumentos? Este fenómeno se llama "aumento gradual del estilo de vida" y puede impedirte alcanzar todo tipo de metas financieras, desde pagar deudas hasta ahorrar para la jubilación. Una forma de controlar este aumento es depositar directamente en tu cuenta de ahorros cualquier aumento futuro que recibas, como una cuenta 401(k) a través de tu empleador o una Cuenta Individual de Jubilación (IRA). Pero aquí tienes cinco cosas que puedes hacer ahora mismo para reducir tus gastos mensuales.

  1. Haz un presupuesto
    El primer paso para recortar gastos es hacer un presupuesto para saber exactamente adónde va tu dinero. Empieza con las categorías principales, como el alquiler o la hipoteca, los servicios públicos, el transporte, las comidas, la ropa y el entretenimiento. Luego, desglosa aún más el presupuesto para identificar los artículos que conviene reducir. Muchas personas, por ejemplo, se sorprenden al saber cuánto pagan por cafés con leche y refrigerios caros en restaurantes y puestos de comida que costarían mucho menos si se prepararan en casa o se compraran en un supermercado.
  2. Reduzca el pago de su hipoteca
    El mayor gasto mensual para muchas personas es la hipoteca de su vivienda. Si no ha revisado ese préstamo desde que compró su casa hace años, es muy posible que pueda ahorrar mucho dinero, tanto ahora como durante la vigencia del préstamo, si... refinanciar a una tasa de interés más baja. Para saber si la refinanciación tiene sentido, deberá agregar lo que gastará en costos de cierre al cálculo de su nuevo pago mensual.
  3. Obtenga una revisión de seguro
    Si tienes coche, es fundamental tener un seguro de coche. Pero conviene comparar precios periódicamente para asegurarte de conseguir la mejor oferta. Si cuentas con un buen fondo de emergencia en caso de accidente, una forma de reducir las primas es aumentar el deducible. También asegúrate de revisar tu póliza para ver si hay "extras" que quizás no necesites. Por ejemplo, podrías estar pagando la asistencia en carretera tanto a través de tu seguro como de AAA.
  4. Examine sus pagos automáticos
    Pagar tus facturas regulares automáticamente puede ser una forma muy inteligente de proteger tu historial crediticio, asegurándote de no atrasarte nunca con un pago. Sin embargo, si el pago automático te obliga a seguir pagando por artículos o servicios que realmente no necesitas ni usas, no es una ganga. Algunos de los culpables más comunes son las membresías de gimnasio sin usar, las suscripciones a revistas que no se leen y los planes de televisión por cable o satélite que incluyen muchísimos canales premium que rara vez se ven.
  5. Cortar el cordón
    Si ya te deshiciste de tu línea fija, ¡enhorabuena! Si no, hacerlo es una de las maneras más rápidas y sencillas de reducir gastos. Casi todos llevamos el móvil encima, y si te gusta la sensación de un teléfono tradicional, un plan de VoIP (Voz sobre Protocolo de Internet) que ofrece servicio telefónico por internet es mucho más económico que la línea fija tradicional.